DANZAS HISTÓRICAS

DANZAS LITÚRGICAS

Además de las tradicionales danzas de la muerte que se hacían en la Edad Media, existen numerosas danzas de carácter sacro y ritual, muchas veces asociadas a animales, que se integraron en las procesiones y en la vida pública religiosa. Es el caso de la Patum, de Berga, las Danzas de Águilas, que se hacían por San Juan, la Tarasca, el Drac, los Cavallets, etc. Muy conocidas son también las de Moros y Cristianos, así como los Seises.

Danzas de la Muerte (Verges)

La Patum (Berga)

Baile del Águila

Baile del Águila

Drac y Tarasca

Cavallets

Moros y cristianos

Alcoy (España)

Elda (España)

Guatemala

México

Seises

La danzas de los Seises hacen famosas en el s. XVI, aunque parece ser que son anteriores. Se trata de una agrupación de diez niños que realizan una danza sagrada delante del Santísimo de la Catedral de Sevilla en la Octava del Corpus Christi, en la Octava de la Inmaculada Concepción y en el Triduo de Carnaval. También existen agrupaciones de Seises en Valencia y en Toledo.

DE LA BASSA DANZA AL BARROCO

Aunque la suite de danzas barroca, forma básicamente instrumental, es considerada francesa, sus elementos (danzas) proceden de toda Europa. Así, de Alemania procede la alemanda, de Francia la courante o corranda, de Italia la pavana y la gallarda, de España la chacona y la zarabanda y de Inglaterra la giga.

El origen de las danzas data de épocas anteriores a la constitución formal de la suite. Las españolas eran ya conocidas desde el s. XVI. Normalmente se encadenaba una danza de estilo lento y pausado, conocido como baja danza, danza de pasos, con otro de ritmo alegre y saltado. Así, la pavana con la gallarda, el pasamezzo con el saltarello, etc.

Dentro del repertorio de la danza en España hasta la primera mitad del siglo XVIII se diferenciaban las danzas de los bailes. Las danzas debían realizarse sin movimientos de brazos, y tenían un carácter más contenido. Los bailes, por el contrario, pasos se acompañaban con movimientos de los brazos y toque de castañuelas, lo que les daba un carácter alegre y extrovertido. 

Finalmente, muchas de ellas se trasladarán a los territorios americanos, donde se revestirán de su propia personalidad.

Veamos algunos ejemplos:

La Spagna

La Spagna es una baja danza de estilo cortesano, muy popular en Europa en los ss. XV y XVI. Una de sus variantes es la conocida como Castille la novele, practicada en las cortes europeas durante el s. XV. La baja danza era considerada por los tratadistas italianos del s. XV como la reina de las danzas, propia de salones principescos, debido a la mesura y dignidad con que debía ejecutarse, el polo opuesto de la piva, baile rápido y alegre de origen popular, que sin embargo era reconocido como el origen de las demás danzas, más estilizadas. Durante el siglo XVI la baja fue sustituida gradualmente por la pavana, con la que compartía el carácter grave, aunque en la corte española aún continuaba bailándose a comienzos del s. XVII.

La bassa Castiglia

Castille la novele es una de las numerosas variantes de la baja danza La Spagna, practicada en las cortes europeas durante el siglo XV.

Spagnoleta nuova al modo di Madriglia

La spagnoletta fue una danza italiana practicada en toda Europa durante los siglos XVI y XVII. Las únicas coreografías conservadas fueron compuestas por el maestro de danza Fabritio Caroso. Estas españoletas comparten su música, aunque difieren en cuanto al número de bailarines y los pasos que emplean. La Spagnoletta nuova al modo di Madriglia [Españoleta nueva al modo de Madrid] es la más ornamentada de todas las versiones, pues incluye una rica variedad de pasos y figuras pertenecientes al vocabulario de la danza cortesana italiana.

Folía

Junto con la pavana y la gallarda, las folías fueron una de las danzas más populares en la Corte española desde el s. XVI. Aunque tuvo su origen como baile movido y ruidoso en su versión portuguesa, su adaptación a España la transforma en una danza grave y reposada, perfectamente adecuada incluso para acompañar textos religiosos.

Canarios

El Canario es una danza cortesana con un juego de galanteo, descrita por primera vez a finales del siglo XVI. Además de su música, su rasgo más característico es la inclusión de pasos de zapateado. Comenzaba con un movimiento de avance de los bailarines, que ocupaban el centro de la sala, tras lo cual se alternaban las variaciones o mudanzas del caballero y de la dama. Cada mudanza comprendía una parte de zapateado y una de retirada, en la que quien bailaba se iba alejando de su pareja. Tras una sección en forma de estribillo, se intercambiaban los roles. La parte central de la danza consiste en un cambio de lugares entre los bailarines. El canario presenta una gran variedad de movimientos que va desde los pasos golpeados y arrastrados del zapateado hasta el seguito scorso de la sección final, en la que los bailarines corren en puntas de pie.

Villano

Según el Diccionario de Autoridades, villano es un «Tañido de danza española, llamado así porque sus movimientos son a semejanza de los bailes de los aldeanos», heredero del romano tripudium villicum. Es una canción-danza de los ss. XVI y XVII, de la que existen múltiples versiones, y que fue adoptada por los medios aristocráticos y urbanos a partir de 1600.

Mariona

Baile popular practicado en los ss. XVII y XVIII

Chacona

La chacona es una danza lenta, de compás ternario y de origen incierto, tal vez español, tal vez americano, concretamente del Chaco argentino, que se hizo muy popular a principios del s. XVII y que se extendió al resto de Europa a lo largo de ese siglo. Miguel de Cervantes parece avalar esta tesis en su novela ejemplar “La Ilustre Fregona”, cuando uno de sus personajes canta una chacona definiendo la danza como “esta indiana amulatada”. En su origen tuvo un ritmo festivo y vivo. La más famosa en España, A la vida bona o El sarao de la chacona, de Juan Arañés, está en un perfecto castellano popular del s. XVII, es una burla de la sociedad y de sus arquetipos: negros, gitanos, prostitutas, médicos…

Zarabanda

Se trata de una danza lenta que tiene su origen en el Renacimiento y se hizo muy popular en el Barroco. En sus inicios tuvo un carácter popular y lascivo. Se bailaba de forma circular y con giros y movimientos sensuales, teniendo sus letras un tono picante.

Ya en la Nueva España encontramos:

Zarabanda chaconada

Zarabanda y maracumbé

Danza de hachas o morisca

Danza pomposa que se llamaba así porque hacía falta la participación de unos pajes que llevaban antorchas o hachas.

Jácara

La jácara es uno de los géneros satíricos que se representaban en el entreacto de las comedias del Siglo de Oro español, en forma de romance octosílabo. Posteriormente dio nombre a varias composiciones populares de tipo similar en todo el territorio hispanohablante. Su nombre proviene de jaque, «malhechor, rufián, valentón». Los personajes solían ser delincuentes, pícaros, chulos, guapos o gente del mundo del hampa. Destaca el agudo humor y el dominio de la jerga de los bajos fondos (germanía o jerigonza), que provocaba la hilaridad con crítica social. También era propio un tono especial al cantar, el tono «de jácara o de jacarilla», característico de esta composición. Durante los siglos XVII y XVIII, la jácara fue también un estilo musical de carácter instrumental. Al igual que el canario, el villano y las marionas, las jácaras gozaron de una predilecta posición entre las danzas españolas de su tiempo. Se consideran el antecedente del flamenco, pues combinan los compases ternarios con los binarios (1-2-3, 1-2-3, 1-2, 1-2, 1-2), asociado a la cadencia andaluza (la-sol-fa-mi), además del rasgueo de la guitarra barroca. En los archivos musicales hispanoamericanos también se conservan jácaras.

EL NUEVO MUNDO

Los españoles llevaron a América sus bailes y danzas y allí se fueron mestizando con las tradiciones locales, bien en los ritmos, los instrumentos, la temática, etc. Esos ritmos o sones heredados de España –jácaras, fandangos, marizápalos, zarabandas, chaconas, etc.- fueron adquiriendo características propias que, con el tiempo, darían lugar a las diversas formas de folklore y baile de salón que conocemos hoy.

Música y danza en la época virreinal

Cuba

Contradanza

Nueva España

Guaracha

Petenera antigua

Fandango

Jarabe

Minuete

Sarao

Son jarocho, huasteco, de tarima…

Zarabamda y Maracumbé

Zarabanda Chaconada

Cumbees

Lanchas para bailar

Cachua Serranita

Tonada “La Donosa”

Tonada “El Congo”

La Plata

Huella

Mariquita Polqueada

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